Angélica

LOS NERVIOS DEL VIAJE

EL UNIVERSO

Érase una vez un astronauta que viajaba hacia Marte y se chocó contra un meteorito y el cohete no funcionaba. Se paró y tardó catorce días en arreglarlo. En esos catorce días vio muchísimos cometas, pero había algo que le inquietaba. Era un planeta muy extraño, uno que no salía en los mapas estelares, ¡ había descubierto un planeta!


HACER LAS MALETAS

LA TUMBA


Érase una vez un hombre llamado Paco, que era amable y muy simpático, a todo el mundo le caía muy bien. Un día el hombre iba hacia su casa, pero algo le impidió seguir por el camino: era un ángel, que estaba atrapado. Él la ayudó y el ángel le dijo que cuando se muriese estaría en la tumba con él por haberle salvado la vida. El día que murió, el ángel se convirtió en piedra y se quedó para la eternidad encima de la tumba.


LA PRINCESA FANTASMA


Érase una vez una princesa llamada Anastasia que soñaba en ser persona y estar en el mundo de los vivos .Todos los fantasmas estaban felices. Tenía seis hermanas, todas mayores que ella, que se divertían y jugaban mientras que ella se quedaba pensando en el mundo de los vivos.

Un día, vio a una fantasma llamada Leticia que decía que la podía mandar al mundo de los vivos. Ella dijo que sí, pero Leticia le dijo que no podía volver al mundo de los muertos, pero que la podía llamar diciendo tres veces Leticia.

Cuando llegó, no se lo creía. ¡Estaba en el mundo de los vivos!

Después de una semana, llamó a Leticia diciéndole que quería ver a su padre y a sus hermanas.


EL ATAÚD


Yo estaba rodeado de enanitos y dentro de mí había una hermosa muchacha. Me grabaron en oro `La princesa Blancanieves´. Cada día había un enanito a mi lado. Después de unos días vino un príncipe que se enamoró de ella y dijo que me quería llevar al castillo con la princesa dentro de mí y que la honraría siempre a la muchacha. Me llevaron y en el camino la muchacha se despertó, por tropezar con un bache y le quitó el trozo de la manzana.


El Caperucito Verde.

Cuento con perspectiva de género. 

LA ESPERA

EL TRASBORDO

La bella durmiente.


Yo vi una princesa, que se pinchó conmigo y de pronto se quedó dormida. En los siguientes días vino mucha gente a verla y decían que yo era la culpable de que se hubiese quedado dormida y que era una maldición.

Al tiempo, vino un príncipe, la besó cuando estaba dormida y se despertó. Todos estaban allí. Creo que se casaron.

LA POSTAL


Sonia Gara Arboleya Olivares
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